Roma espera a Iniesta

Partidazo de infarto, ¡eso sí que es épica!

El sexifútbol se ha vuelto a imponer al no-fútbol, aunque ha costado. Desde los 20 minutos detrás en el marcador y quedando fuera de la eliminatoria. El árbitro pitando lo que le da la gana. Jugando con un jugador menos, Abidal, por la poca pericia al correr de Anelka. Pero había un factor que pesaba más que todos esos, las individualidad. Dicho de otro modo: Andrés Iniesta.

El Chelsea, que parecía que tenía una ligera intención de jugar al fútbol, se encontró con un golazo de pura chiripa. Eso hizo que se cerraran. Y luego, con la expulsión de Abidal, casi se meten los 11 en la portería. Pero es en esas circunstancias donde la excelente plantilla blaugrana marca la diferencia, donde no pueden llegar las jugadas del equipo. En el minuto 93, en el descuento, después de una rara jugada en el área que tocan Eto’o y Messi le llega un centro milimetrado a Iniesta del argentino. Este no se lo piensa dos veces y fusila desde fuera del área la portería de Chech. Primer y último chute entre los tres palos del Barça.

El espíritu de Zuviría contra el Anderlecht en los octavos de final del 78/79 (Recopa), y de Marcos, marcando el gol de la victoria en el 89 en la final de Copa contra el Madrid, en 87. También de Juan Antonio Pizzien el 84 en cuartos de final de la Copa y de la chilena de Rivaldo a un minuto de finalizar el encuentro que nos clasificaba para la Champions en la temporada 00/01. Y por supuesto el referente más recordado, Baquero y Kaiserlautern dándonos la clasificación para ganar la primera Copa de Europa.

“He chutado con toda el alma” contestó a los periodistas después del partido Iniesta. Y así es como afrontamos los culés esta final de la Champions.

Snif, snif, huele a triplete.