Mal día para jugar el partido más largo de la historia de la ACB, y menos para perderlo.
A solo dos días del primer partido de la eliminatoria de euroliga ante el Tau en el Palau, el Barça jugó 4 prórrogas ante el Ricoh Manresa.
El Barça, aunque empezó muy bien, perdió mucho el juego interior y estuvieron muy desacertados en los tiros a partir de 6’25 (9/46). Esto hacía que hasta 28 segundos antes de acabar el partido el Regale Barça perdiera de 6 puntos. Con triples de Basile y Navarro empataron el partido. Entonces el partido se volvió absolutamente loco. Los dos equipos forzaban prórroga tras prórroga, con tiros por encima de la bocina, mientras el desgaste físico era evidente en sus caras. Ya en la cuarta prórroga la balanza se decantó del equipo manresano, llegando al 122-117 final. Aun con un triple lanzado de Basile pudo hacer creen en una victoria épica en la quinta prórroga, pero lo falló y el Ricoh marcó los dos últimos de los 55 tiros libres que subieron al marcador.
Aun así fue un partido excitante y precioso para los amantes de este deporte, solo los amantes pues el partido se alargó por más de 3 horas. 239 puntos y 101 rebotes entre los dos equipos. Además las individualidades que se vieron, hemos de volver a destacar a Fran Vázquez (con casi 51 minutos jugados y 45 de valoración) y a “la bomba” Navarro (con 32 puntos y 30 de valoración). Por parte del Manresa debemos destacar al máximo anotador del partido, Rubio, con 34 tantos.
Este partido afianza con dos partidos de margen al Ricoh en play-off y aleja al Regale Barça a 2 partidos del líder, el Tau Cerámica de Vitoria, rival que vendrá bastante más destacado al Palau Blaugrana.
Así que partido para la memoria por el juego, pero para olvidar en cuanto a resultados.