La prensa ya lo ha hecho, y hoy lo harán los aficionados, un pequeño homenaje a un gran hombre: Enrique Castro González, Quini.
Quini fue uno de los mejores delanteros de Europa, apodado como “Quinigol”, “Quinocho” o “El brujo” por adivinar por adelantado cuantos goles marcaría. El asturiano militó la mayor parte de su carrera en el Sporting de Gijón, pero le daría tiempo a sus 31 años para fichar por el Fútbol Club Barcelona y jugar 178 partidos en 4 años en los que marcó 101 goles.
Ganaría vestido de azulgrana dos trofeos pichichi (en la temporada 80/81 y en la siguiente, 81/82) y en cada temporada ganaría algún título. En su primera temporada en Barcelona, la del triste recuerdo de su secuestro, ganaría la Copa del Rey. En la siguiente uno de los títulos que más orgullo dio a la afición, la Recopa de Europa, en la que marcaría el gol de la victoria. En las temporadas siguientes ganó otra Copa del Rey y una Copa de la Liga y también, en la última, la Supercopa de España. Y, como anécdota, fue el protagonista del gol 3000 en liga del club.
Desde luego un gran balance que hace honores a la taya humana y futbolística de Quini, que después de 24 de dejar Barcelona volverá en el banquillo del Sporting. Y el aficionado se acordará de él.